Construcción de la maquina síncrona

  El funcionamiento de los generadores síncronos se basa en el principio de hacer girar una espira dentro de un campo magnético para que se induzca en aquélla una fuerza electromotriz.

  También sucede lo mismo si se deja la espira fija y se hace girar el campo, es decir, los electroimanes que lo producen. Este último sistema es el más conveniente puesto que en la espira se tendrá fuerte corriente, que es la misma que se utilizará en la red, mientras que en los electroimanes se tiene sólo una pequeña corriente continua auxiliar, encargada de producir el campo magnético necesario.

Por esta razón, la construcción de las máquinas síncronas se ha orientado en ese sentido.


  Para el funcionamiento del generador se hace girar los electroimanes que producen el campo magnético mediante el auxilio de un motor primo (una turbina de vapor, de gas o hidráulica, un motor de combustión a petróleo o a gasolina, etc.). Este motor se acopla al eje del generador.

  Los generadores tradicionales tienen un pequeño generador de corriente continuo llamado excitatriz que alimenta los electroimanes inductores. Este generador suele estar acoplado al mismo eje principal del generador, directamente o por medio de un juego de polcas y correas.

  La corriente proveniente de la excitatriz entra a los bobinados inductores mediante un contacto deslizante formado por dos escobillas que rozan contra dos anillos conductores aislados del eje. Estos anillos están unidos al principio y al fin del bobinado de los electroimanes ejecutado en la misma forma que en el bobinado inductor de las máquinas de continua.

  La excitatriz es un generador de continua con excitación shunt, dcl modelo común, que tiene reóstatos en el circuito inductor y en el inducido para poder variar la corriente de excitación del generador.

  Un generador síncrono está compuesto por varias partes perfectamente separadas, cada una de las cuales tiene una misión bien definida. Estas son: el estator, el rotor la carcasa y la excitatriz.

  En esta imagen se muestra la ubicación relativa de todas estas partes entre sí, en una representación resumida y más bien simbólica.



Partes de la máquina síncrona

El estator

  Está compuesto por un núcleo de chapas de material ferromagnético, sujetas, formando un paquete, mediante una serie de pernos o de chavetas en forma de cola de milano.

  Las chapas están aisladas entre sí, para evitar, en lo posible, las pérdidas producidas por las corrientes parásitas, que se traducen en un calentamiento de los núcleos de hierro sometidos a campos magnéticos alternos, calor que se produce a expensas de la energía eléctrica de la máquina.

  El estator tiene ranuras en las que se alojan los conductores activos o inducidos que forman el bobinado del estator. Para aislar las bobinas del núcleo se colocan tubos de cartón aislante, abiertos, ocupando una longitud ligeramente mayor que la de la ranura del núcleo.

Se ve, asimismo, las ranuras con las bobinas colocadas.



El rotor

  Es una pieza para las máquinas de reducido número de polos o de un núcleo central macizo, al que se fijan las masas polares, en las maquinas multipolares.

  El eje del rotor suele estar fijo en el inducido de la excitatriz que suministra la corriente de excitación, aunque, en modelos antiguos, la excitatriz puede ser independiente y movida por una trasmisión a correas o engranajes.



La carcasa

Es la parte externa de la máquina que envuelve al estator y comprende la cubierta, la base y los apoyos.

En la cubierta se encuentran los conductos y orificios para la ventilación.

En los apoyos se aseguran generalmente la porta escobillas para el inductor.

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