Instalaciones de Media tensión
Es el término que
se usa para referirse a instalaciones eléctricas con tensión nominal entre 1 y
36 KV.
Distribución
En las subestaciones se
reducen las tensiones de transporte o transmisión, normalmente mayores
a 132 kV a tensiones entre 10 y 30 kV. En las subestaciones de
reparto se reducen las tensiones de distribución o reparto, normalmente entre 36 y
132 kV a tensiones entre 10 y 30 kV.
Las líneas de distribución en media tensión pueden ser aéreas o
subterráneas. Suelen transportar cargas de unas pocas decenas de megavatios,
con intensidades que no suelen superar los 400 A. Estas líneas alimentan a
centros de transformación de compañía (propiedad de la empresa responsable de
la distribución en la zona) o de cliente.
Los apoyos de las líneas aéreas suelen ser de
media altura, aproximadamente 7 metros, con un único conductor por fase, y
hasta 4 circuitos por apoyo.
Las líneas subterráneas suelen estar formadas
por cable con aislamiento seco o papel impregnado en aceite (ya en desuso).
Seguridad
Muchos de los accidentes eléctricos que
ocurren en Media Tensión se deben principalmente a un exceso de confianza o
falta de calificación del trabajador.
Cuando ocurre una falla eléctrica en Media
Tensión, se producen arcos eléctricos muy importantes debido al alto nivel de
corriente de corto circuito generalmente utilizado, creando un efecto térmico, desprendimiento
de materiales fundidos, nubes de gases y plasma. El trabajador queda expuesto a
serias quemaduras, tanto externas como internas, por el paso de la corriente
eléctrica a través de su cuerpo, generando daño a órganos y tejidos. De hecho,
los pulmones y vías respiratorias pueden sufrir quemaduras de consideración,
siendo generalmente la principal causa de muerte.
La seguridad es siempre una responsabilidad
compartida entre el trabajador y su empleador. Este último está obligado a
asignar sólo personal calificado, entregar las capacitaciones y charlas de
seguridad respectivas, así como de proveer todo el equipo de protección
personal requerido para la labor en particular
Trabajos en
Tensión
En
determinadas circunstancias, y para asegurar la continuidad del suministro, es
necesario realizar intervenciones en las instalaciones con técnicas de trabajos
en tensión. Estas intervenciones son efectuadas por personal y empresas con una
alta cualificación técnica y debidamente habilitados para ello.
Los trabajos
en tensión requieren de la redacción de un procedimiento por escrito y pueden
utilizarse los siguientes métodos de trabajo:
·
A potencial.
·
A distancia.
·
En contacto.
Trabajos sin
tensión
Para trabajar en una instalación
de media tensión, debe
encontrarse sin tensión y en descargo.
·
1. Desconexión con corte
efectivo.
·
2. Bloqueo y señalización de las
posibles fuentes de tensión.
·
3. Verificar ausencia de tensión.
·
4. Puesta a tierra y en
cortocircuito de todos los conductores activos.
·
5. Señalización de la zona de trabajo.
Distancias de
Seguridad
En todo momento y/o circunstancia, deben de
respetarse unas distancias mínimas de seguridad para los trabajos a efectuar en
la proximidad de instalaciones o partes de las mismas, que estén en tensión, y
no estén protegidas.
Estas distancias mínimas se miden entre el
punto más próximo en tensión, y cualquier parte extrema del operario,
herramientas o elementos que pueda manipular en movimientos voluntarios o
accidentales.
Maniobras normales de explotación
En una instalación de MT, las maniobras
normales de explotación consisten básicamente en el cierre y la apertura de los
interruptores automáticos y los interruptores -seccionadores.
A paramenta (conjunto de aparatos usados en la maniobra, protección, regulación y control de las instalaciones eléctricas de media tensión)
Los interruptores-automáticos son capaces de
conectar y de interrumpir corrientes de cortocircuito. Se trata de intensidades
de valor elevado, y muy desfasadas con respecto a la tensión. En los sistemas
de MT están habitualmente entre 8 y 25 kA y con factor de potencia del orden de
0,1 a 0,15.
Este acusado desfase hace más difícil su
interrupción.
En ellos, la maniobra (cierre, apertura) está
casi siempre motorizada (motor de tensado de muelles y electroimanes de cierre
y de apertura), además del mando manual, y la posibilidad de tensar los muelles
a mano, caso de fallo de la corriente auxiliar.
Los
interruptores-seccionadores sólo pueden conectar corrientes de cortocircuito
pero
no pueden interrumpirlas. Su poder de corte es solamente hasta su intensidad
nominal (normalmente 400 A), y con factor de potencia igual o superior a 0,7
inductivo, o sea, corrientes de servicio.
En ellos, la maniobra es mayoritariamente
manual, o sea, tensado de muelles a mano, y mando mecánico manual de cierre y
apertura.
Los
interruptores-seccionadores con fusibles para maniobra y
protección
de transformadores MT/BT, están equipados en muchas ocasiones con
electroimán
de apertura, además del mando manual.
En las estaciones receptoras, AT/MT,
subestaciones, centros de maniobra y
distribución
MT, etc., hay interruptores automáticos MT en las llegadas de las líneas de
alimentación («entradas») y en el arranque de las líneas de salida («salidas»).
También en los CT de abonado, debe haber como
mínimo un interruptor automático general de entrada. En muchos casos los hay
también en las salidas a los transformadores, en especial cuando éstos son de
potencia igual o superior a 1250 kVA.
Canalizaciones
Las canalizaciones
eléctricas son una parte fundamental de cualquier instalación eléctrica. Las
canalizaciones eléctricas son esencialmente tubos de distintos materiales y
características cuyo objetivo principal es proteger los conductores de
cualquier daño, ya sea mecánico o derivado de la acción de otros agentes del
medio, como la corrosión. Las canalizaciones además limitan de forma general el
desgaste natural de los conductores. Otra función importante es ayudar a la
distribución ordenada de los conductores en la instalación.
Estas
canalizaciones se pueden encontrar en el suelo, en los techos, paredes y se
pueden presentar en superficie u ocultas, enterradas en el suelo o en el
interior de las paredes y techos.
Existen principalmente 2 grupos de canalizaciones
eléctricas atendiendo al material con el que son fabricadas. Están las
canalizaciones metálicas como el aluminio, el hierro o el acero, y las
canalizaciones NO metálicas, fabricadas con materiales termoplásticos, como el
PVC o el polietileno.
Los diferentes
tipos de canalizaciones son:
Tubos PVC
Es considerado como
un material termoplástico, procedentes de los polímeros. Su composición física
es resistente y rígida, adaptable para ubicar en ambientes húmedos.
Sus aplicaciones
son permitidas para ser empotradas en suelos, techos y paredes o bajo concreto,
igualmente en ambientes húmedos o en superficies, con previo estudio de sus
delimitaciones térmicas y mecánicas.
Tubos EMT
Son utilizados en
instalaciones eléctricas industriales y comerciales, dado que es moldeable a
diversos ángulos y formas. Lo cual ayuda a la acomodación del cableado.
Dado que tienen un proceso de galvanizado, su
recubrimiento no ocasiona corrosión, logrando una mayor durabilidad.
Tubos IMc
Se puede mencionar que son unos de los más
resistentes a los daños mecánicos, sin embargo, su grosor dificulta el trabajar
con ellos. En ambos extremos ofrece la opción de conectarse con conectores de
rosca. Son canalizaciones muy durables, y son bien herméticas.
Tubos flexibles
metálicos
Son construidos
enacero, y pasan por un recubrimiento de galvanizado, no son recomendables para
utilizar en lugares con alta humedad, vapores o gases.
Tubos flexibles
de plásticos
Se fabrican con PVC de doble capa, haciéndolo
más resistente y hermético. Su superficie es corrugada, flexible y liviana,
facilitando su instalación en artefactos de cableado con curvaturas elevadas.
Elementos de
maniobra y protección
Son dispositivos
que permiten establecer, conducir e interrumpir la corriente para la cual han
sido diseñados.
Son dispositivos
que permiten detectar condiciones anormales definidas (sobrecargas,
cortocircuito, corriente de falla a tierra, etc.) e interrumpir la línea que
alimenta la normalidad u ordenar su interrupción a través del elemento de
maniobra al que esta acoplado.
Protección contra
cortocircuitos:
Se denomina
cortocircuito a la unión de dos conductores o partes de un circuito eléctrico,
con una diferencia de potencial o tensión entre sí, sin ninguna impedancia
eléctrica entre ellos.
Este efecto, al ser la
impedancia cero, hace que la intensidad tienda a infinito, con lo cual peligra
la integridad de conductores y máquinas debido al calor generado por dicha
intensidad, debido al efecto Joule.
Los dispositivos más
empleados para la protección contra cortocircuitos son:
Fusibles calibrados
Son una sección de hilo más fino que los
conductores normales, colocado en la entrada del circuito a proteger, para que,
al aumentar la corriente, debido a un cortocircuito, sea la parte que más se
caliente, y por tanto la primera en fundirse. Una vez interrumpida la
corriente, el resto del circuito ya no sufre daño alguno. Los cartuchos
fusibles también pueden mejorarse aplicándole técnicas de enfriamiento o
rapidez de fusión, para la mejor protección de los diferentes tipos de
circuitos que puede haber en una instalación, por lo cual y dentro de una misma
intensidad, atendiendo a la rapidez de fusión.
Interruptores automáticos
Se emplean para la
protección de los circuitos eléctricos, contra cortocircuitos y sobrecargas, en
sustitución de los fusibles, ya que tienen la ventaja de que no hay que
reponerlos; cuando desconectan debido a una sobrecarga o un cortocircuito, se
rearman de nuevo y siguen funcionando. Según el número de polos, se clasifican
éstos en: unipolares, bipolares, tripolares y tetra polares. (Se utilizan para
redes trifásicas con neutro). Estos aparatos constan de un disparador o
desconectado magnético, formado por una bobina, que actúa sobre un contacto
móvil, cuando la intensidad que la atraviesa su valor nominal (In). Éste es el
elemento que protege la instalación contra cortocircuitos.
También poseen un
desconectado térmico, formado por una lámina bimetálica, que se dobla al ser
calentada por un exceso de intensidad, y desconecta el contacto inferior del
interruptor. Esta es la protección contra sobrecargas y su velocidad de
desconexión es inversamente proporcional a la sobrecarga. Cuando la desconexión
es por efecto de una sobrecarga, debe de esperarse a que enfríe la bilámina y
cierre su contacto, para que la corriente pase de nuevo a los circuitos
protegidos.
Los interruptores
automáticos magneto térmicos, se emplean mucho domésticamente y para instalaciones
de baja tensión en general y suelen fabricarse para intensidades entre 5 y 125
amperios, de forma modular y calibración fija, sin posibilidades de regulación.
Para intensidades mayores, en instalaciones industriales de hasta 1.000 A o
más, suelen estar provistos de una regulación externa.
Protección contra
sobrecargas
Entendemos por
sobrecarga al exceso de intensidad en un circuito, debido a un defecto de
aislamiento o bien, a una avería o demanda excesiva de carga de la máquina
conectada a un motor eléctrico. Las sobrecargas deben ser protegidas ya que
pueden dar lugar a la destrucción total de los aislamientos, de una red o de un
motor conectado a ella. Una sobrecarga no protegida degenera siempre en un
cortocircuito.
Relés térmicos
Para los circuitos domésticos, de alumbrado y
para pequeños motores, se suelen emplear los dos primeros, al igual que para
los cortocircuitos, siempre y cuando se utilice el tipo y la calibración
apropiada al circuito a proteger. Por el contrario, para los motores trifásicos
se suelen emplear los llamados relés térmicos.
Protección contra electrocución
Frente a los
peligros de la corriente eléctrica, la seguridad de las personas, ha de estar
fundamentada en que nunca puedan estar sometidas involuntariamente a una
tensión peligrosa. Por tal motivo, para la protección contra electrocución
deben de ponerse los medios necesarios para que esto nunca ocurra.
La reglamentación
actual clasifica las protecciones contra contactos indirectos, que pueden dar
lugar a electrocución en dos clases:
Clase A: Esta
clase consiste en tomar medidas que eviten el riesgo en todo momento, de tocar
partes en tensión, o susceptibles de estarlo, y las medidas a tomar son:
-Separación de circuitos.
-Empleo de pequeñas tensiones de seguridad (50, 24 o 15 V).
-Separación entre partes con tensión y masas metálicas, por
medio de aislamientos.
-Inaccesibilidad simultanea entre conductores y masas.
-Recubrimiento de las masas con elementos aislantes.
-Conexiones equipotenciales.
Clase B: Este
sistema que es el más empleado, tanto en instalaciones domésticas como
industriales, consiste en la puesta a tierra de las masas, asociada a un
dispositivo de corte automático (relé o controlador de aislamiento), que
desconecte la instalación defectuosa.
Puesta a tierra de las masas
Se denomina puesta a tierra a la unión
eléctrica, entre todas las masas
metálicas de una instalación y un electrodo, que suele ser generalmente una placa o una jabalina de
cobre o hierro galvanizado (o un conjunto de ellos), enterrados en el suelo,
con el fin de conseguir una perfecta unión eléctrica entre masas y tierra, con
la menor resistencia eléctrica posible, como se ve en la figura 16.4. Con esto
se consigue que en el conjunto de la instalación no puedan existir tensiones
peligrosas entre masas y tierra.
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